11 de junio de 2007

Espacio Público
EN BUSCA DEL ESPACIO PÚBLICOCONDUCTAEl ser social está cada vez más identificado con situaciones que le sacan del ostracismo social, ese que les permite reaccionar en momentos crueles de la historia, ese que le permite alzar su voz en momentos oportunos para denunciar situaciones exacerbantes que le permiten igualmente acallar el estado de conciencia social. Esos brotes de inconformidad o protesta, que aunque son escasas golondrinas, decantan o el compromiso social de oponerse a lo malo o asocial, o la conciencia misma.En todas las sociedades se presentan los mismos aspavientos. Pero en todas las sociedades, hay quienes aprovecha este crujir de dientes, para canalizar vocería y abrirse espacio público, para acceder al poder.Una voz, muchas voces, alguna protesta aislada, algunos movimientos nacionales, no lograrán sentar precedentes todas las veces. Pero algunos que se auto - eligen voceros, llegan a ser representantes de ese inconformismo social, y pareciera que cambian las cosas. Manifiestan como principios personales las angustias de sus electores para poder accionar dentro de esos espacios su gestión y su interés particular con legitimidad electoral.Los tiempos han cambiado y lo que antes era propósito colectivo hoy día está cambiando. Los valores no son los mismos que otrora, y las inconformidades sociales no son las mismas, pero el espacio público sigue abierto para que alguien gestione en nombre de un colectivo por nuevos motivos, sean estos justos o aquellos propósitos morbosos como la guerra o las drogas, o los delitos atroces, o las medidas económicas y financieras que puedan elevar el nivel de esperanzas de quienes gritan pero en solitario.Aristóteles decía que en verdad todo cambia, cuando las cualidades de todos los ciudadanos cambien. Igualmente Bodino igualmente dice que “Si un hombre es considerado sabio y feliz, también la república será felicísima, si cuenta con muchos ciudadanos semejantes...”ESTRUCTURAMuchos son los conceptos que hoy se manejan en la conformación del espacio público. El mundo hoy se mueve a través de la ONG, de las fundaciones de las misiones humanitarias u otros conceptos que salen de la línea gubernamental, para consolidar una permanente acción de cambio. Pero estas gestiones son más de carácter privado que público. Estos espacios están ocupados por intereses particulares de “políticos” que en su afán de mantenerse en la defensa de su interés particular, esgrimen voces colectivas, y frustraciones sociales, para ser elegidos como los representantes de las silentes y pávidas conductas del conglomerado.Algunos brotes de protesta, pueden captar la atención y crear un espacio temporal. Las necesidades sociales hoy día son el caldo de cultivo de los intereses personales, pero pareciera que son tratados desde la perspectiva de lo público.Cada día aparece una nueva motivación de lo público, que ocupa ese espacio y lo privatiza. Hoy violan a un niño, mañana golpean a otro; muere un soldado por abusos de sus superiores; ataca la guerrilla; un funcionario es capturado por pedofilia, etc., el morbo se toma el escenario y cuando los líderes y administradores del espacio público salen y alzan su voz, se acalla el sentimiento colectivo. Pero nada cambia, todo termina siendo apabullado por la fuerza del tiempo y por las medidas reaccionarias y temporales.Se supone que ese espacio público se estructura en la seguridad, en la satisfacción de la necesidad colectiva antes que otra cosa. En las medidas económicas, en los tratados de comercio, en la apertura de mercados, en la creación de fuentes de empleo, en medidas disciplinarias y punitivas, es decir, en verdaderos remedios. En la confianza social a partir de la seguridad, del respeto de los valores morales, de los principios éticos, etc. Pero estos están cambiando, y aunque los espacios públicos se dan o se logran, el resultado de tenerlos abiertos se torna hasta en peligroso para la misma comunidad que los reclamó.CÓMO SE HACE POSIBLECuando se logre un verdadero interés social, motivado por principios rectores inamovibles, estaremos consolidando espacios públicos sostenibles por su propósito mismo. Como ejemplo, citamos las armas. Su propósito inicial era la defensa, el beneficio social de la seguridad ante argumentos físicos de quienes quería imponer su voluntad con fuerza. Pero esa voluntad agresiva se hizo de las armas mismas para perpetuarse en el dominio del mal, suponiendo éste como aquello que iba en contra de lo aceptable. Así terminó siendo el espacio público. Antes un buen hombre de buenos principios usaba estos espacios para alcanzar ideales y convertirlos en realidad. Pero ideales particulares se mueven, alcanzan esos espacios para convertir en realidad sus propósitos personales en detrimento de lo público. Los contrabandistas aseguraron los espacios públicos para desmontar las leyes en contra de sí mismos. Los narcotraficantes aseguraron una curul en esos espacios para tumbar la extradición.Ese espacio público está dado, no hay que crearlo. Ya es posible en la sociedad, porque no se concibe un estado sin esos espacios. Lo contrario se ve como una dictadura. Pero tenemos es que redefinir, el uso de ese espacio. La forma de acceder a él puede ser severa, exhaustiva, minuciosa, pero cómo pode controlar su uso?. Cómo poder limitar a aquellos que quieren cubrir esos espacios para sus propios intereses? Allí deben dirigirse todas las expectativas sociales. Allí deben enfocarse todos los propósitos colectivos, más que levantar voces de protesta por acciones del mal antisocial, buscar en casa los causantes de ese mal, lo que en nuestra sociedad se conoce como la “delincuencia de cuello blanco” supuestamente pro-social es la que inutiliza esos espacios públicos.BIBLIOGRAFÍA· En busca de la política, Zygmunt Bauman.· Obras completas de Aristóteles, Ediciones Anaconda 1917.· Los 6 Libros de la República, J. Bodino, Editorial Aguilar S. A., Edición 1973.· Abogado Fredy A. Buitrago.UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIAHISTORIA DE IDEAS POLITICASBOGOTÁ, D.C.

1 comentario:

  1. Muy buen comentario, este concepto es equilibrado, sujeto a la ley y al sano criterio.

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