¿Rusia tiene nueva imagen internacional tras las sanciones de EE.UU. y la UE?
Las acciones de
Rusia tras la situación en Ucrania ha provocado descontento en países de
occidente, donde EE.UU. y la UE decidieron tomar palabra en el asunto y
“reprender” a Rusia por su comportamiento, iniciando por la exclusión del país
en la reunión del ahora G7, hasta las sanciones comerciales, financieras
y energéticas que allí nacieron. Sin embargo, el gran Kremlin no se quedó atrás
y en repuesta a la posición de occidente decidió seguir actuando en pro de sus
intereses nacionales, tomando decisiones como cerrar el mercado de productos
agrícolas, alimentos y materias primas importados desde EE.UU. y la UE.
Los disturbios que
iniciaron en el oeste de Ucrania por
querer ser parte de la Unión Europea y
que desembocarían en la destitución del presidente Viktor Yanukovich, abrirían
paso para que en Ucrania del este, de mayoría rusa, tomaran la determinación de
abogar por su autonomía y llegaran a firmar un referéndum por el cual Crimea se anexaría a Rusia, acto que
además sería desaprobado por la comunidad internacional.
Así, durante ese
proceso EE.UU. y la UE advertían a Rusia sobre
apoyar militarmente a los grupos separatistas, enviando tanques, vehículos con
combustible, lanzacohetes y vehículos de apoyo, desde entonces han pensado en
la imposición de sanciones debido a la preocupación por
las consecuencias que podría traer dicha disputa por el significado de un área
de influencia como lo es Ucrania para ambos bloques.
Sin embargo, las
acciones de Vladimir
Putin han dejado claro que sus intereses nacionales
prevalecerán y su política
exterior no doblegará ante el marco de obstáculos que le puedan
representar las decisiones de occidente.
Vladimir “El Grande”
La llegada de Putin al
poder implicó un cambio importante en la política rusa. Un impulso en todos los
ámbitos, como el energético, que le permitió dinamizar la economía y tener la
oportunidad de invertir más en seguridad, evidenciado desde Chechenia, la
invasión de Georgia a Osetia del Sur y ahora la presencia militar en Ucrania.
Podría decirse entonces que el rol de Putin ha sido esencial para fortalecer la
gobernabilidad de Rusia.
Asimismo, Putin se
ha concentrado en otorgarle a Rusia el poder que se ha desvanecido, priorizando
su política de defender los intereses nacionales y hacerle frente a las
decisiones del país cuya percepción es la de hegemón. De esa manera, ha hecho
contrapeso a las decisiones y la opinión de Estados Unidos, no obstante, la gran potencia
no aprueba su comportamiento desde que Putin ha tomado decisiones como no
aceptar el intervencionismo de la OTAN, no abandonar Crimea y apoyar la anexión
de esta a Rusia.
Claramente no es lo
mismo que Rusia tenga presencia en Crimea aun cuando esta declara que lo hace
en pro de apoyar la libre autodeterminación del pueblo, a la presencia militar
de Estados Unidos en Afganistán, Irak y Libia.La primera es totalmente ilegal
y, por el contrario, la segunda, aunque exista conocimiento de los alcances y
consecuencias que puede generar, tiene por lo menos el silencio cómplice de
la comunidad
internacional.
Ahora, EE.UU. ha
logrado que la UE, incluso
siendo consciente de las implicaciones que puede acarrear sancionar a Rusia por
la crisis en la que se encuentra, sea la que ejerza una estrategia geopolítica
de presión esperando que Rusia ceda. Pero, tal vez no esperaban que la
respuesta rusa fuera cerrar el comercio en los mercados de productos agrícolas,
materias primas y alimentos con los EE.UU., para quien dichas exportaciones
llegan a la suma de US$1.300 millones y con la UE que significan US$2.700 millones
menos en sus exportaciones.
El presidente ruso
está dispuesto a recuperar e incluso superar el valor que tenía la URSS como
potencia y su gran proyecto no tiene vuelta atrás, las estrategias salen a la
luz en cada uno de sus movimientos.
Apertura hacia el sur
La visita del
canciller ruso Sergei Lavrov a América Latina expone la materialización del
interés de Rusia por abrir comercio más allá de EE.UU. y la UE y fortalecer la
cooperación sur-sur, además de dejarle en evidencia a occidente que también
puede tocar las fronteras en donde ellos están y con mejores propuestas.
Es una gran
oportunidad para América Latina, aunque la Unión Europea crea
indebida la cooperación con Rusia. No obstante, Rusia tomará la oportunidad
para hacer cambios trascendentales a escala global,
que ya ha puesto en marcha. Putin en su última visita a América Latina habló de
cooperación tecnológica, energética y militar, además se reunió con el grupo de
los BRICS en su VI Cumbre en Fortaleza,Brasil, creando el Banco de los
BRICS.
Este nuevo Banco
presupone una segunda opción, en lugar del FMI, para los países en desarrollo. Por
supuesto, una forma más de expresión de la política rusa, que quiere hacerse
ver como una potencia que sí trabaja par a par con los países en desarrollo y
que por lo tanto, este puede ser una mejor opción como aliado que Estados
Unidos o la Unión Europea.
¿No son estos
hechos familiares? Pareciera un flashback, Rusia y Estados Unidos jugando a
quién es más poderoso, cada uno demostrando las estrategias que tienen, los
aliados y sus alcances, Rusia acercándose por medio de sus aliados bilaterales
en América Latina (Cuba, como un sencillo
ejemplo) y posibles proyectos de bases militares. Parece ser que después de más
de 50 años no han logrado limar asperezas, sin embargo, la visión de Rusia es
cambiar su rol en la comunidad internacional, proyectarse como una gran potencia
y seguir sacando provecho del contexto para aumentar su poder, Putin no va a
retroceder ¿Podría ser el segundo capítulo de la Guerra Fría?
Tomado de: El Librepensador: http://librepensador.uexternado.edu.co/rusia-tiene-nueva-imagen-internacional-tras-las-sanciones-de-ee-uu-y-la-ue/
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