16 de febrero de 2009

Hacía dónde se mueve la izquierda latinoamericana

LA IZQUIERDA QUE SE MUEVE HACIA LA DERECHA

No es posible discernir, hacia dónde va la izquierda en América. Los ideales populistas, soportados en reediciones de personajes de antaño, Simón Bolívar, Che Guevara, y aún Fidel Castro, tienden a originar ideas políticas de permanencia, que por sus características, terminan siendo prácticas de gobierno severas, autoritarias, reaccionarias, y que en nada se diferencian de los ideales de extrema derecha, que son represión, persecución, defensa armada de la propiedad, conservador de sus ideales y de sus líderes, de las libertades individuales, estamentos fuertes, que casi llevan a pensar que, la izquierda es la que no está en ejercicio del poder y la derecha quien lo ostenta y protege.

Los discursos políticos de hoy en día, que propugnan por las libertades individuales y la igualdad económica, deja de serlo, cuando la oposición pone en riesgo sus idearios y logros. Se vuelven reaccionarios y recalcitrantes. Tenemos en América Latina, el auge del carisma de Hugo Chávez, el menos logrado de Rafael Correa, el menos querido Daniel Ortega, y el no bien entendido Evo Morales, (a él no lo entienden y él así mismo no se entiende). Todos unidos en un frente común, todos en contra de los que si han podido salir adelante viéndolos como los imperios dominantes. Enemigo acérrimo, Estados Unidos, sus enemigos internos, la oposición arrodillada al imperio. Pero al analizar cada una de las facetas de gobierno, de autoridad, de convivencia con la oposición, notamos que son más derechistas que sus enemigos. Más tiranos que los imperios. Más conservadores que los burgueses.

El asunto de la izquierda es alcanzar el poder, y el poder alcanzado, mantenerlo a como de lugar para hacer lo que se quiere, como se quiere y por cuanto se quiere.

Una cosa es el querer del pueblo voluntario en las urnas y convencidos a punta de resultados y otra es convencer al pueblo con discursos antiimperialistas, con promesas de subsidios, con nacionalizaciones de empresas extranjeras, con quitarle a los ricos y darle a los pobres, sin enseñarles a producir. Así se comporta la izquierda latinoamericana. Los que somos izquierdistas de corazón, nos apenamos de decir de qué falange somos ahora porque nos confunden con populismo, con agresiones verbales, con antiimperialistas, etc.